Forever 21, el quinto retailer más grande de Estados Unidos, se declara en bancarrota tras 35 años de estar en el mercado mundial, a causa de la expansión rápida que estaba teniendo sin tomar en cuenta los gustos cambiantes de los consumidores.
Esto no significa el fin del emporio de moda, pero deberá enfrentar ciertos retos para recuperar su puesto en la industria.
El objetivo que perseguía la tienda de ropa low-cost en los últimos años se centraba en ocupar grandes locales en centros comerciales de Estados Unidos para abarcar el mayor mercado posible y luego continuar en otros países.
La empresa americana Forever 21 compite en la industria de moda casual junto con reconocidas marcas como Zara y H&M.
La quiebra de Forever 21 se debe a varios factores:
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Migración de tienda física al internet
Uno de los factores que afectaron a los minoristas como Forever 21 fue la tendencia de los jóvenes por comprar ropa en línea. El tráfico en los centros comerciales ha bajado desde que se puede hacer compras desde cualquier dispositivo electrónico sin necesidad de tener que pisar una tienda y hacer una fila para pagar.
La actualización de catálogos en línea facilita la navegación y búsqueda cualquier prenda en su tipo, y ahora que el método de rastreo y entrega se ha vuelto más eficiente, cambia la experiencia del usuario al hacerle más fácil el proceso de compra. Por ello, empresas como Amazon se están volviendo cada vez más populares.
A pesar de que la tienda cuenta con una plataforma de venta digital, según el diario The New York Times las ventas en línea no son el principal fuerte de Forever 21, pues la cadena generó por la vía digital el 16% de sus ventas.
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Tiendas innecesarias
Forever 21 perdió de vista el foco de ventas por querer ganar lugar al lado de la competencia e incremento de manera muy rápida y arriesgada el número de tiendas, lo que después terminó resultando contraproducente ya que eran demasiadas tiendas las que dejaron de ser rentables y por el tamaño de ellas representan grandes pérdidas.
En comparación con otras cadenas de fast fashion, no le funcionó la estrategia de distribución de tiendas masiva.
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Adiós a la”moda rápida”
Los jóvenes están adquiriendo mayor conciencia al momento de consumir y buscan hacer compras más inteligentes. Específicamente, quieren cubrir sus necesidades con productos perdurables y de calidad.
Igualmente, está ligado con la preocupación medioambiental de los jóvenes que quieren disminuir los desechos ocasionados por el consumismo. Justo lo contrario a lo que ofrece la ropa de Forever 21, a precio relativamente bajo y que solo es usada pocas veces antes de ser desechada.
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Demandas
La firma de forever 21 ha recibido un gran número de demandas por diseñadores independientes y de renombre que afirman ser víctimas de plagio en distintas líneas de ropa de la marca.
El más reciente es una demanda presentada por la cantante Ariana Grande, quien acusa a la empresa de haber usado a una modelo que tiene mucho parecido con ella en la publicidad de la tienda, sacando ventaja de su imagen para ganar admiradores sin tener autorización de la artista.
Forever 21 sigue de pie en México
Forever 21 reconoce que el mercado mexicano y de Latinoamérica es sumamente importante y no tiene planes de abandonar el país pero sí deberá cerrar algunas tiendas de las que tiene en México en lo que reorganiza sus estrategias.
Linda Chang, vicepresidenta ejecutiva de la compañía, dijo en un comunicado de prensa que presentar una declaración de bancarrota es “un paso importante y necesario para asegurar el futuro de nuestra compañía, lo que nos permitirá reorganizar nuestro negocio y posicionar Forever 21”.
¿Qué se puede aprender de la quiebra de Forever 21? Sencillo: no se puede perder de vista al consumidor meta. Si una marca prefiere arraigarse a los métodos que funcionaron mientras ignora cómo evolucionan sus compradores, tendrá un mal futuro por delante.