Uno de los problemas que enfrenta una agencia de branding al proponer alguno de sus servicios es el de explicar de qué se trata el proceso de cómo crear un nombre para tu empresa.
Muchas veces, a lo largo de nuestro trabajo, nos ha tocado recibir comentarios como “Pero sólo es un nombre”. Y tienen razón, sólo es un nombre. No hay manera de que pueda ser de otra forma, pero es el nombre que pretendemos que la marca lleve durante la eternidad. Casi nada.
Tienes razón, es muy fácil ponerle nombre a una marca
Pero sí, en realidad ponerle nombre a una marca es muy fácil. El cliente sólo dice “sí, me gusta la opción tres”. Y listo. Le ha puesto nombre a su marca.
Lo difícil siempre será llegar al nombre indicado para la marca.
Todo inicia con una lluvia de ideas
La lluvia de ideas es un gran punto de partida, ya sea en solitario o en conjunto con todo un equipo creativo, se plantean los principales atributos del producto. Los valores, se delinea un poco la personalidad que espera recibir el mercado meta. Para algunos es un trabajo solitario en el cuál van explorando poco a poco distintos caminos creativos con ayuda de conocimientos de mercadotecnia y branding.
- ¿Queremos que sea descriptivo?
- ¿Que sea irónico?
- ¿Queremos que sea divertido?
- ¿Debe ser muy abstracto?
- ¿Fusionamos dos valores de la marca?
Preguntas que son parte de un enfoque creativo, puede sonar fácil a la hora de agregar la característica de creatividad sin embargo es un proceso y una virtud que no todos han desarrollado como se debe ser, esta es una de las razones por las que a pesar de llegar a una respuesta para estas preguntas hay que seguir indagando para llegar a un mejor resultado.
Sigue los lineamientos del aprendizaje
Los clientes tienen que ser capaces de recordar tu nombre fácilmente, de recordar su significado. ¿De donde surge esta idea?, pues muy sencillo esta idea viene desde las personas mas tiernas de nuestra sociedad, los bebés.
En esa edad es difícil pronunciar o reconocer cualquier palabra, es por eso que para el naming tendremos que ponernos en los pañales de un bebé, ¿Cuáles son las primeras palabras que pronunciarías?, tiene que tratarse de algo muy corto, algo que se conforme de dos sílabas, para que incluso pueda ser la primera palabra de un bebé, no por nada las primeras palabras de un bebé son solamente conformadas por dos sílabas, como lo son mamá y papá.
Esos son los principios de toda persona todos hemos pasado por esa etapa, y si en esa etapa de aprendizaje podíamos identificar esas palabras, un nombre con las mismas características será mucho más fácil de recordar ahora, incluso podría llegar a ser pegadizo.
La hora de los filtros
Para este momento las ideas estarán planteadas y habrán varios nombres en el listado, para esto hay dos vertientes, se puede elegir el mejor nombre con ayuda de los mismos, o se puede dejar totalmente de lado la subjetividad y la involucración de estos mismos con los nombres presentes, con esto estamos hablando de hacer una simple pregunta a terceros.
Las personas externas a la lista de nombres, pueden dar una opinión mucho más objetivas acerca de cuales son las mejores opciones y en base a esos resultados se puede realizar una interpretación para definir cuál es el mejor nombre.
El nombre tiene que ser sometido a un proceso de evaluación y re-evaluación: ¿significa lo que queremos decir? ¿le habla directamente al mercado meta? ¿no se parece a algo que ya se haya inventado? ¿no se presta a albures, bromas o juegos de palabras que no vayan de acuerdo con la marca? ¿suena bien? ¿no significa otra cosa en otro idioma?
Una vez llegado a este punto, es necesario verificar las propuestas sobrantes ante el IMPI, que es el instituto encargado de proteger las marcas para que no sean replicadas con un objetivo comercial idéntico.
Sí, ante el IMPI, dos marcas pueden parecerse mientras no compitan en la misma categoría.
Posteriormente, se utilizan todos los filtros posibles para encontrar la disponibilidad en red, en redes sociales, nombres registrados por el gobierno, etcétera.
Este proceso debe ser tomado en cuenta, de otra manera habrá muchas complicaciones para la empresa, incluso puede que llegue a ser demandada por estar usando un nombre que se asemeje demasiado a otro y terminar teniendo perdidas después de todo el trabajo que haya hecho la empresa para desarrollarse.
La presentación
Al final el cliente recibe una lista de palabras las cuales se tratan de explicar por qué se llegó a esa propuestas.
Y sí, ponerle el nombre a una marca o producto es muy fácil, lo difícil es el camino recorrido y saber recorrerlo, puesto que todo este proceso no es fácil de hacer y creíble o no, hacer cada uno de estos pasos es de gran importancia para tener el mejor resultado, la creatividad es como el agua, si obstruyes su camino puede que siga fluyendo pero no como debería hacerlo.