Ya hablamos del marketing de la buena onda, aplicándolo en específico al caso MacDonalds/Burger King, pero ahora vale la pena recordar un caso que también hizo que millennials y centennials se unieran en un reconocimiento muy sonoro a la relación entre dos marcas que han dejado huella en su audiencia.
Tiene apenas dos semanas (o menos) el lanzamiento de Disney+ en Latinoamérica. La empresa del ratón que ha comprado a competidores se le han puesto enfrente, llegó con una poderosa campaña mediática a nuestro país.
Netflix, reconocida por su gran manejo de marketing en redes sociales y trabajo con sus campañas y producciones propias; no tardó en robarle los reflectores a su nuevo competidor con un mensaje de bienvenida.
Disney decidió capotear a Netflix con un mensaje al que “se le fue” un “no publicar” y otras acotaciones que el Social Media Manager aparentemente dejó para los Community Managers.
Lo importante aquí no es el mensaje ni el medio en sí. Se trata de la manera en la que las mismas marcas han decidido relacionarse.
Al parecer van quedando atrás las épocas en las que era impensable mencionar a tu competencia en tu comunicación. Ahora los Brand Managers entienden que sus marcas y productos viven en un contexto dentro del cual existen muchísimos secretos a voces, debilidades, fortalezas y realidades que no se pueden negar.
¿Qué tan rentable es el marketing de la buena onda?
Posiblemente no sea tan medible como una campaña de hardselling con botargas, cumbias y sampleos en la puerta de alguno de los puntos de venta. Pero estas estrategias de marketing obtienen muchísimo alcance, que además va más allá de los impactos.
Humanizar a tu marca siempre dejará resultados positivos y la colocará en la mente del consumidor con una asociación de valores positiva.
Para muchos consumidores, este intercambios de tuitazos hizo más por Disney+ que el hecho de solo tener las últimas temporadas de los Simpson. Y trajo de nuevo Stranger Things a la conversación de Netflix (aunque para los fans nunca se haya ido).
Una marca humana no pasa desapercibida por la misma razón que uno nunca deja de tener chistes y frases características con sus amigos. Para muchos brand managers y agencias que trabajan con grandes marcas, bajarse del pedestal es una gran estrategia, para el alcance de tu marca y su relación con los consumidores.
Después de esto, te aseguro que muchos más usuarios de redes sociales utilizarán expresiones como “El Tio Netflix” o “El Tío Disney+”. Cambiarán en comunicarán de manera mucho más amena, directa y creativa con ambas plataformas.
Y los memes… nunca faltarán los memes.
La amistosa guerra de consolas
No importa de qué lado estés en la guerra de consolas entre Xbox, Nintendo o PlayStation. La verdad es que con cada dispositivo que lanzan estas empresas los verdaderos ganadores son los gamers.
La lucha se ha suavizado un poco.
Durante los primeros lanzamientos se usaban argumentos como “evita las luces rojas” (en alusión a las fallas del Xbox) o “Nosotros sí tenemos memoria expandible”, entre otras frases. Estas daban la impresión de pleito de locutores gritones o de lavanderas en las radios locales.
Ahora, la guerra de consolas comienza a agarrar tonos diplomáticos. Al final se comprende, que es el proceso de maduración de una marca. Pero también de una campaña o de un rubro de consumidores en específico.
Entre Xbox y PlayStation se ha intercambiado mensajes de felicitación por aniversarios, bienvenidas a las nuevas consolas y muchos otros.
Aquí regresamos a la misma cuestión, ¿qué tan rentable es enviar este tipo de mensajes? Lo que nos obliga a desarrollar dos argumentos principales:
- Son gratis. O, bueno, el sueldo de un diseñador, de un Community Manager y de todo el departamento digital de una de estas empresas es mucho más barato que contratar una campaña masiva de billboards para dar el mismo mensaje.
- Todo se fundamenta en el arte de la guerra. En Los Persas, Esquilo construye a unos personajes increíbles que iban a atacar Grecia, pero fueron repelidos por unos valientes guerreros. Hacer grande a mi enemigo me hace mucho mayor a mi por haberlo derrotado.
Así pues, la estrategia de engrandecer a tu competencia lleva una doble intención que te permite a ti colocarte como el verdadero experto, ¿por qué debería temerle a mi rival si soy mucho mejor que él?
Aquí, con las consolas nos vamos al otro lado de la moneda: me humanizo para hacerme todavía mucho mejor que tú.
Todo se vale en esta competencia de marcas donde al final los que siempre salimos ganando somos los que preparamos palomitas solo para ver los comments.